miércoles, 19 de mayo de 2010

TEACHING ENGLISH

By Fernando Tarazona



Nowadays, English has become a crucial and significant part of our lives. Consequently, English has started to become a lingua franca, which means that eventually we will all be speaking it. Therefore, English is an extremely useful tool in every event, e.g. international agreements or any online course taught. We have the need of knowing how to communicate using it.
Having given this fact, I am quiet doubtless many of you are wondering what the best way of learning English is.

Firstly, we always listen to people talking about their institutes and the “method” or “techniques” teachers are using to teach them English. Nevertheless, they do not have a clue of the definitions of those words. For this reason we are in the need of knowing them.

A method is a plan for presenting the language according to a previous selected approach. What is an approach? An approach is a group of beliefs about the nature of the language. In other words, an approach is a perspective of the language. At this point we only know the structure and why and how we use the language. And finally, a technique is the strategy used to accomplish a goal. They are derived from the method.

Throughout the years people have been in contact with different approaches; each one of them giving birth to a new one. One of them is the Communicative approach.

The Communicative approach emphasizes interaction as the means and the goal of learning a language. It has a constructivist view of language learning, which focuses on the social, cultural and pragmatic features of language. Students must feel the need of communicating, “real-life” interaction.
Moreover, in this approach both fluency (which is the ability of responding using the target language in a normal way) and accuracy (which is the ability of using the language appropriately when communicating) have the same importance, which differs from other approaches, where accuracy is the target goal, leaving aside fluency and as a result of that not getting communicative competence.



Another important characteristic is that teachers present the language through functions, which give the language the functional use. For instance, functions would be what language to use when you go to the doctor, or in a restaurant or airport, etc. By using them, the language becomes meaningful and we present it in a context. Hence, students realize the usage and importance of English in real-life situations. English teachers are in the enormous responsibility to have their students speak English during class. TTT (teacher talking time) must be decreased and STT (student talking time) must be increased (“The BIGGEST mistake in learning a language is not speaking enough”).

In Nivel A School we believe in this approach and make a huge effort to get our students able to communicate in English, not being afraid of using the language and not feeling embarrassed when making mistakes. What’s more, we want our students to use English as an important tool to success in life because as I said, the growth of English speakers is exponential and we must be prepared to confront the demands of this globalized world we are living in.

¿QUÉ VÍNCULOS GENERAMOS?

Escrito por María Teresa Loredo Pecho




Recuerdo claramente aquellos días en la universidad, días en los que nos enseñaban todas las teorías que existen (y seguirán existiendo) sobre los procesos de enseñanza-aprendizaje. Aquellos conocimientos sobre cómo enseñar y acompañar a los alumnos, así como la importancia de los aspectos emocionales, la necesidad de educar los afectos y la relación humana en la escuela y en aula.
Escuché la palabra “vínculo” muchas veces y lo primero que se me venía a la mente era mi familia. Aquella primera comunidad que todos hemos tenido, seguramente de distintas formas o de distintos estilos que indudablemente dejan un sello en nuestra manera de ser y ver la vida.
Seguí pensando y comprendí nuevamente que también existen otros vínculos que vamos formando a lo largo de nuestra historia personal, tal vez sin darnos cuenta ya que el vínculo no sólo lo tienes con las personas con quienes son de tu misma sangre, generas vínculos con alguna amiga cercana, compañeros de clase, en tu barrio, con tus vecinos o con los maestros o maestras de la escuela.
Hoy recuerdo a muchos de mis profesores, y no precisamente por los conocimientos que me impartían, sino por su calidad de personas, por esa capacidad de acercamiento y escucha que les fluía de manera tal natural y positiva, hasta en los momentos de necesaria corrección, tanto a mí como a mis compañeros de clase. Recuerdo a cada uno de ellos con especial cariño.
¡Qué importante es en nuestra historia personal la experiencia de acogida, respeto, valoración, cercanía, cariño y corrección oportuna que hemos recibido y nos ayudó a crecer como personas!
El vínculo está influenciado por nuestros valores y principios, por nuestros intereses, que se traducen en gestos y actitudes en el día a día. Y qué mejor que cuando te encuentras con un grupo de alumnos con características distintas, que te retan imaginariamente a esforzarte más y saber llegar a cada uno de ellos.
Hay un espacio diario que hace posible el desarrollo de las personas. Un lugar donde sin darte cuenta, se da un gran intercambio de acciones pedagógicas y afectivas con los alumnos, las que resultan continuas, ineludibles e irrepetibles. Ellas van generando y construyendo relaciones cotidianas que contribuyen en la formación de los niños y hacen único el vínculo que generas con ellos.
Sin embargo, sabemos que nuestro trabajo en el aula no se circunscribe a una actividad ya dada y determinada por las cuatro paredes que nos rodean; nuestra acción trasciende la escuela, ya que acompañamos la formación de personas que habrán de actuar como tales en la vida y en los grupos sociales a los que pertenezcan.
Los maestros no podemos sentirnos ajenos a las situaciones que se van presentando en nuestro país y el mundo. De ahí que el primer proyecto de nuestra escuela este año se tituló “¿Qué le pasa a nuestro mundo?” porque hemos visto los acontecimientos que se vienen presentando en nuestro planeta desde hace ya algunos años. Es una preocupación que compartimos con los alumnos y esta es también una manera de crear vínculos. Cultivamos en ellos la conciencia de ser parte de una comunidad mayor, que no estamos solos, somos parte de un distrito, de una ciudad, de un país, de un mundo, de la humanidad que nos preocupa y amamos. Nos parece importante que vayan aprendiendo una cultura de paz a la que todo ser humano tiene derecho y que es una tarea en la que cada uno aportamos.
¿Qué podemos aportar desde la escuela y en cada familia para conseguir que las relaciones sean enriquecedoras para los niños, para los padres y los profesores, para la comunidad? Creemos en la necesidad de cultivar y desarrollar competencias socioemocionales como la asertividad, la empatía y la comunicación. Un aspecto fundamental es el desarrollo de una comunicación horizontal en donde las personas se reconozcan como diferentes, pero iguales en dignidad y derechos, con mutua legitimidad y en el respeto de las identidades de cada uno.
De ahí, que considerar el aula y la escuela como un espacio de relación y de desarrollo personal nos remite al hecho de que todo agente educativo enseña aspectos importantes, para la vida, con lo que es, con su persona y con su modo de relacionarse. Nuestra influencia –querámoslo o no- va más allá de la trasmisión de conocimientos, muchas veces les dejamos actitudes y valores más valiosos y más duraderos.
Sea nuestro compromiso considerar como fin último de la educación la formación de hombres nuevos, ciudadanos pacíficos, que con la visión de un mundo transformado por su acción, reconozcan la democracia y la paz como valores supremos de una sociedad
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